Q VES CUANDO NO VES?

Q VES CUANDO NO VES?

lunes, 8 de diciembre de 2014

Un rayo.



Cosas qe pasan....


Podría tomar tu mano y sentir tu calma
Para sentir que algún día terminará
Te arrastro cerca, con tanto para perder
Es un camino ciego del que ya no hay vuelta atrás.

Sabiendo que dura hasta que lo arruinamos
No me importaba antes de que estuvieras aquí
Una risa lejana con el "para siempre"
Pero dicen “todas las cosas cambian, déjala seguir”

Déjame dar un respiro para doblar en la curva
Solo para saber que estas a salvo
Soy un hombre agradecido
Esta luz es vaga
Pero vivo y puedo verte bien

Por cada decisión cometo un error, no es mi regla
El verte ir en tus dudas y yo sin nada que decir
Entiendo si decidís no quedarte. Lo entiendo.
No di la talla y lo se.
Esperaré, no tengo otro plan.


¿Crees en el destino? ¿No, verdad? Yo tampoco lo hacía hasta hace unos meses, cuando de repente toda mi vida dio un giro inesperado. Un cachetazo letal entonces me dí cuenta de que a veces una sólo mirada, una sola sonrisa, en un sólo momento, tu vida puede cambiar por completo. Que cuando menos te lo esperas aparece alguien en tu vida que te hace subir hasta las nubes, sí, ahí arriba, o más. ¿Hasta la luna? Si, hasta la luna. Y entonces te das cuenta de que ya todo es perfecto, que no necesitas nada más. Hay personas que están destinadas a estar juntas. ¡Sí, es verdad! Si el destino decide juntar a esas personas, no habrá nada ni nadie que pueda separarlas, aunque les aparezcan mil obstáculos, al final, sus caminos terminarán juntándose. Y parece mentira que yo esté diciendo todo esto, pero después de lo que ha pasado, pero creo que mi vida ya nunca volverá a ser lo que era. Y, sí, ¿Por qué no?
Porque los toros torpes, aunque nobles son salvajes, barren con todo. Con la manta roja que los amenaza, con los cuchillos que buscan atravesarlo pero también con ellos mismos cuando terminan enredados en su propia caída.  Y los saben mientras esperan esa estocada final inevitable a centímetros de sus sueños. Ellos, solo ellos lo hicieron. Ni la gente enloquecida, ni el circo de alrededor y ni siquiera esos toreros que los amenazaban desde un infame anonimato. Eso hubiese sido facil, muy facil.
 Lo saben. Ellos mismos lo causaron. Es su naturaleza, es su gen maldito y es inevitable que lo hagan.
El destino juega sus cartas pero hay que saber jugarlas.
Respiran hondo, inflan el último aire eterno que jamás volverán a respirar, guardan fuerte en su memoria lo que pudo haber sido y se dejan ir solos. Sin pedir piedad, sin mirar atras, aterrados aunque sin miedo. Expuestos y a merced de lo que esa daga decida.

No hay nada que pueda detener el destino…. Salvo uno mismo.
De todas formas lejos. Inalcanzable como siempre, imposible como infinita seguís ahí y de alguna forma la vida continúa, y por eso es hermosa.

¿Sabes? La gente se acostumbra a la belleza.
Pues yo todavía no me he acostumbrado a vos.



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