Q VES CUANDO NO VES?

Q VES CUANDO NO VES?

viernes, 23 de mayo de 2014

Bienvenidos al futuro

“Les cuento para que sepan lo que les espera. El mundo ahora es un lugar apacible, la tan temida rebelión de las maquinas de la que tanto hablaban ustedes, alarmistas del pasado, nunca sucedió. Esta nueva Babel es un deleite de modernidad.
Esta bien, pueden decirme que cedimos el control, ¿y que?, con eso ganamos libertad y confort. Hemos hecho un gran negocio.
Ya no necesitamos siquiera apagar las luces, la calefacción y ni siquiera las computadoras. Ellas se encargan de hacernos la vida mejor ¿La verdad? No se como ustedes  hacía para vivir  en el siglo XXI, en aquellos tiempos primitivos en los cuales se tenían que usar los dedos. Hoy todo es más rápido, mejor y más simple.
Estoy feliz. Mi heladera ya hizo el pedido al supermercado, la televisión grabó mis programas favoritos, el coche se encendió y calentó un par de minutos antes de mi llegada y solo voy a mi oficina porque no tengo otra cosa por hacer. Hasta el banco maneja mis números. Tengo el sueldo acreditado, todos mis gastos debitados y esta noche tengo una cita online que parece ser prometedora.
Claro, no todo es tan sencillo como parece. Antes de partir debo verificar un par de cosas.
 Que mis hijos, en sus habitaciones, estén conectados a sus campus virtuales, no sea cosa que se pierdan días de estudio y especialmente debo actualizar el software en los parámetros de temperatura que controlan la calefacción de casa, ha llegado el frío.
Ya reprograme el g.p.s del vehiculo para que conduzca más eficiente y me lleve por lugares menos peligrosos, es que algunos se empecinan a vivir en el pasado, y tambien modifiqué la tonalidad de mis vidrios, mejor así nadie curiosea mientras reviso mis libros en la tableta.
Solo espero que la cafetera de la oficina no me falle. Las últimas veces, por un error de programa, el café salió un tanto aguado y un poco tibio. Se que no es su culpa, el inepto que la programó lo hizo a su gusto, espero por su bien que lo haya solucionado, sino tener que levantar la voz sería un fastidio.
Otra cosa, ¿saben? Lo bueno de mi teléfono celular es qué solito me filtra las llamadas indeseables, y especialmente me permite almorzar con mis amigos que viven en el exterior. Creo que hoy me toca con uno que vive en Miami y otro en Londres.
Bueno, ya me voy. Me coloco las gafas conectadas a la red, esas que me mantienen al tanto en todo momento de lo que pasa a mi alrededor, y salgo. Quizás les mande una foto.
Ciertamente tener que caminar me molesta, pero unos metros de ejercicio no vienen mal, aunque no sé para que, los laboratorios ya han solucionado ese problema, y si bien no soy flaco al menos, y gracias a los tranquilizantes, no me afecta. Lo importante es descansar bien, ese es el secreto para llevar una buena vida, como la mía. Un serio ciudadano del sistema.     
Lo único que me preocupa un poco, es que tengo las baterías de los anteojos un poco baja, pero ni bien llegue la conecto a un puerto u.s.b y las cargo. Ojo, no le echo la culpa a nadie, debí dejarlas cargando un poco más. Es que anoche estaba cansado, jugar futbol contra esos suecos fue bravo, es que el tema de la lluvia aun no lo pudimos solucionar y la conexión se hizo un poco lenta. Me mataron a goles, pero hoy contra ese tipo en Kiev tengo la revancha.
Hum.. Se me prendió la luz roja de los lentes, voy a tener que usar los ojos para ver el camino. No importa, por una vez no me va a pasar nada, total esta todo más que bien.
Para todos el mundo es un buen lugar para vivir. ¿No me creen? Con lo último de la batería de mis lentes que miran por mí saco una foto y se las mando. Solo  para que sepan que todo tiempo pasado no fue mejor”.
“Los que puedan, sean bienvenidos al futuro”.
Q` ves cuando no ves? 

jueves, 8 de mayo de 2014

Instinto primario

Experta, lo enrollo piel a piel y sin contemplación lo dejo sin escapatoria.  Atado, rendido y  peligroso  explotó.
Mientras aquellas piernas enfundadas en suaves redes negras  lo atenazaron ondulando hasta sacarle el aire, y él se encogía contra la silla como un condenado a muerte, nuevamente lo sintió. Perforando. Algo estaba allí. Muy dentro suyo pero brotando con bestialidad. Golpeando desterrado por salir del encierro de años.
 El desconocido Manuel, su corazón y su sexo. Un poder implosivo de una nueva fisura cuarteándose bajo presión y estallando. Otra vez aquel nuevo coraje poderoso e incontrolable, que le espumaba la boca.
 No era por el sexo atrasado, ni por un deseo reprimido, era algo más poderoso.
Ese viejo y perdido reflejo salvaje en extinción que tan bien catalizan las peleas y el sexo.
-    Comamos despues- susurró- y le hundió sus largas uñas rojas en la espalda virgen.
Rasgado de dolor. Como un cavernícola enceguecido, le arrancó la ropa a jirones. Beso cada parte de su cuerpo desnudo a destajo. La inmovilizó sin piedad, se convirtió en su amo, y ella en su mansa esclava. En un trapo arrastrado por cada hueco de la cocina, aplastado y sacudido. En  un despojo húmedo, rendido al placer. Lanzada con salvajismo, le hizo conocer un punto inexplorado  de sus dilatadas fronteras. Al borde de la lógica natural. Un nuevo límite de agitación desconocido, un lugar en donde el dolor y el placer se convirtieron en una sola cosa. Lejos, mucho más allá de todo. 
 Marisa enloqueció, deliró e incluso sufrió. Hasta que finalmente, después de dejarse ultrajar despiadadamente, cayó absolutamente rendida.     
Por fortuna, sus vecinos de toda la vida eran personas mayores y algo sordas, sino nadie hubiese  dormido.
Eran casi las cinco y media de la mañana, y mientras ella dormía, cuando a pesar del frio y la oscuridad salió completamente desnudo a fumar en el patio trasero de su casa.  Una vez más en “suspensión animada”